Los Poetas – (Ach-Chóara)

Revelado antes de Higrah. Este capitulo tiene 227 versos.

¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso!

26:1. tsm.

26:2. Éstas son las aleyas de la Escritura sabia.

26:3. Tú, quizá, te consumas de pena porque no creen.

26:4. Si quisiéramos, haríamos bajar del cielo sobre ellos un signo y doblarían ante él la cerviz.

26:5. No les llega una nueva amonestación del Compasivo que no se aparten de ella.

26:6. Han desmentido, pero recibirán noticias de aquello de que se burlaban.

26:7. ¿No han visto cuánta especie generosa de toda clase hemos hecho crecer en la tierra?

26:8. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen.

26:9. En verdad, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso.

26:10. Y cuando tu Señor llamó a Moisés: «Ve al pueblo impío,

26:11. al pueblo de Faraón. ¿No van a temerme ?»

26:12. Dijo: «¡Señor! Temo que me desmientan.

26:13. Me angustio, se me traba la lengua. ¡Envía por Aarón!

26:14. Me acusan de un crimen y temo que me maten».

26:15. Dijo: «¡No! ¡Id los dos con Nuestros signos! Estamos con vosotros, escuchamos.

26:16. Id a Faraón y decid: ‘¡Nos ha enviado el Señor del universo:

26:17. ¡Deja marchar con nosotros a los Hijos de Israel!’»

26:18. Dijo: «¿No te hemos educado, cuando eras niño, entre nosotros? ¿No has vivido durante años de tu vida entre nosotros?

26:19. Desagradecido, hiciste lo que hiciste»

26:20. Dijo: «Lo hice cuando estaba extraviado.

26:21. Tuve miedo de vosotros y me escapé. Mi Señor me ha regalado juicio y ha hecho de mí uno de los enviados.

26:22. ¿Es ésta una gracia que me echas en cara, tú que has esclavizado a los Hijos de Israel?»

26:23. Faraón dijo: «Y ¿qué es ‘el Señor del universo’?»

26:24. Dijo: «Es el Señor de los cielos, de la tierra y de lo que entre ellos está. Si estuvierais convencidos…»

26:25. Dijo a los circunstantes: «¡Habéis oído?»

26:26. Dijo. «Es vuestro Señor y Señor de vuestros antepasados…»

26:27. Dijo: «¡El enviado que se os ha mandado es; ciertamente, un poseso!»

26:28. Dijo: «…el Señor del Oriente y del Occidente y de lo que entre ellos está. Si razonarais…»

26:29. Dijo: «¡Si tomas por dios a otro diferente de mí, he de enviarte a la cárcel!»

26:30. Dijo: «¿Y si te trajera algo claro?»

26:31. Dijo: «¡Tráelo‚ si es verdad lo que dices!»

26:32. Moisés tiró su vara y he aquí que ésta se convirtió en una auténtica serpiente.

26:33. Sacó su mano y he aquí que apareció blanca a los ojos de los presentes.

26:34. Dijo a los dignatarios que le rodeaban: «Sí, éste es un mago muy entendido,

26:35. que quiere expulsaros de vuestra tierra con su magia. ¿Qué ordenáis?»

26:36. Dijeron: «Dales largas, a él y a su hermano, y envía a las ciudades a agentes que convoquen,

26:37. que te traigan a los magos más entendidos, a todos».

26:38. Los magos fueron convocados para una determinada hora del día convenido

26:39. y se dijo a la gente: «¿No queréis asistir?

26:40. Quizás, así, sigamos a los magos, si son ellos los que ganan»

26:41. Cuando llegaron los magos dijeron a Faraón: «Si ganamos, recibiremos una recompensa, ¿no?»

26:42. Dijo: «¡Sí! Y seréis entonces, ciertamente, de mis allegados».

26:43. Moisés les dijo: «¡Tirad lo que vayáis a tirar!»

26:44. Y tiraron sus cuerdas y varas, y dijeron: «¡Por el poder de Faraón, que venceremos!»

26:45. Moisés tiró su vara y he aquí que ésta engulló sus mentiras.

26:46. Y los magos cayeron prosternados.

26:47. Dijeron: «¡Creemos en el Señor del universo,

26:48. el Señor de Moisés y de Aarón!»

26:49. Dijo: «¡Le habéis creído antes de que yo os autorizara a ello! ¡Es vuestro maestro, que os ha enseñado la magia! ¡Vais a ver! ¡He de haceros amputar las manos y los pies opuestos! ¡Y he de haceros crucificar a todos!»

26:50. Dijeron: «¡No importa! ¡Nos volvemos a nuestro Señor!

26:51. Anhelamos que nuestro Señor nos perdone nuestros pecados, ya que hemos sido los primeros en creer».

26:52. E inspiramos a Moisés: «¡Parte de noche con Mis siervos! ¡Seréis perseguidos!»

26:53. Faraón envió a las ciudades a agentes que convocaran:

26:54. «Son una banda insignificante

26:55. y, ciertamente, nos han irritado.

26:56. Nosotros, en cambio, somos todo un ejército y estamos bien prevenidos».

26:57. Les expulsamos de sus jardines y fuentes,

26:58. de sus tesoros y suntuosas residencias.

26:59. Así fue, y se lo dimos en herencia a los Hijos de Israel.

26:60. A la salida del sol, les persiguieron.

26:61. Cuando los dos grupos se divisaron, dijeron los compañeros de Moisés: «¡Nos ha alcanzado!»

26:62. Dijo: «¡No! ¡Mi Señor está conmigo, el me dirigirá!»

26:63. E inspiramos a Moisés: «¡Golpea el mar con tu vara!» El mar, entonces, se partió y cada parte era como una imponente montaña.

26:64. Hicimos que los otros se acercaran allá,

26:65. y salvamos a Moisés y a todos los que con él estaban.

26:66. Luego, anegamos a los otros.

26:67. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen.

26:68. ¡Sí, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso!

26:69. ¡Cuéntales la historia de Abraham!

26:70. Cuando dijo a su padre y a su pueblo: «¿Qué servís?»

26:71. Dijeron: «Servimos a ídolos y continuaremos entregándonos a su culto».

26:72. Dijo: «Y ¿os escuchan cuando les invocáis?

26:73. ¿Pueden aprovecharos o haceros daño?»

26:74. Dijeron: «¡No, pero encontramos que nuestros antepasados hacían lo mismo!»

26:75. Dijo: «¿Y habéis visto lo que servíais,

26:76. vosotros y vuestros lejanos antepasados?

26:77. Son mis enemigos, a diferencia del Señor del universo.

26:78. Que me ha creado y me dirige,

26:79. me da de comer y de beber,

26:80. me cura cuando enfermo,

26:81. me hará morir y, luego, me volverá a la vida,

26:82. de Quien anhelo el perdón de mis faltas el día del Juicio.

26:83. ¡Señor! ¡Regálame juicio y reúneme con los justos!

26:84. ¡Haz que tenga una buena reputación en mi posteridad!

26:85. ¡Cuéntame entre los herederos del Jardín de la Delicia!

26:86. ¡Perdona a mi padre, estaba extraviado!

26:87. No me avergüences el día de la Resurrección,

26:88. el día que no aprovechen hacienda ni hijos varones,

26:89. excepto a quien vaya a Alá con corazón sano».

26:90. El Jardín será acercado a quienes hayan temido a Alá

26:91. y el fuego de la gehena aparecerá ante los descarriados.

26:92. Se les dirá: «¿Dónde está lo que servíais

26:93. en lugar de servir a Alá? ¿Pueden auxiliaros o auxiliarse a sí mismos?»

26:94. Ellos y los descarriados serán precipitados en él,

26:95. así como las huestes de Iblis, todas.

26:96. Ya en él dirán mientras disputan:

26:97. «¡Por Alá, que estábamos, sí, evidentemente extraviados

26:98. cuando os equiparábamos al Señor del universo!

26:99. Nadie sino los pecadores nos extraviaron

26:100. y, ahora, no tenemos a nadie que interceda,

26:101. a ningún amigo ferviente.

26:102. Si pudiéramos volver para ser creyentes…»

26:103. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen.

26:104. Tu Señor es, ciertamente, el Poderoso, el Misericordioso.

26:105. El pueblo de Noé desmintió a los enviados.

26:106. Cuando su hermano Noé les dijo: «¿Es que no vais a temer a Alá?

26:107. Tenéis en mí a un enviado digno de confianza.

26:108. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!

26:109. No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo.

26:110. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!»

26:111. Dijeron: «¿Vamos a creerte a ti, siendo así que son los más viles los que te siguen?»

26:112. Dijo: «¿Y qué sé yo de sus obras?

26:113. Sólo a mi Señor tienen que dar cuenta. Si os dierais cuenta…

26:114. ¡No voy yo a rechazar a los creyentes!

26:115. ¡Yo no soy más que un monitor que habla claro!»

26:116. Dijeron: «¡Noé! Si no paras, ¡hemos de lapidarte!»

26:117. Dijo: «¡Señor! Mi pueblo me desmiente.

26:118. ¡Falla, pues, entre yo y ellos, y sálvame, junto con los creyentes que están conmigo!»

26:119. Les salvamos, pues, a él y a quienes estaban con él en la nave abarrotada.

26:120. Luego, después, anegamos al resto.

26:121. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen.

26:122. En verdad, tu Señor es el Poderoso. el Misericordioso.

26:123. Los aditas desmintieron a los enviados.

26:124. Cuando su hermano Hud les dijo: «¿Es que no vais a temer a Alá?

26:125. Tenéis en mí a un enviado digno de confianza.

26:126. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!

26:127. No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo.

26:128. ¡Construís en cada colina un monumento para divertiros

26:129. y hacéis construcciones esperando, quizá, ser inmortales?

26:130. Cuando usáis de violencia lo hacéis sin piedad.

26:131. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!

26:132. ¡Temed a Quien os ha proveído de lo que sabéis:

26:133. de rebaños e hijos varones,

26:134. de jardines y fuentes!

26:135. ¡Temo por vosotros el castigo de un día terrible!»

26:136. Dijeron: «¡Nos da lo mismo que nos amonestes o no!

26:137. No hacemos sino lo que acostumbraban a hacer los antiguos.

26:138. ¡No se nos castigará!»

26:139. Le desmintieron y les aniquilamos. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen.

26:140. En verdad, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso.

26:141. Los tamudeos desmintieron a los enviados.

26:142. Cuando su hermano Salih les dijo: «¿Es que no vais a temer a Alá?

26:143. Tenéis en mí a un enviado digno de confianza.

26:144. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!

26:145. No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo.

26:146. ¿Se os va a dejar en seguridad con lo que aquí abajo tenéis,

26:147. entre jardines y fuentes,

26:148. entre campos cultivados y esbeltas palmeras,

26:149. y continuaréis excavando, hábilmente, casas en las montañas?

26:150. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!

26:151. ¡No obedezcáis las órdenes de los inmoderados,

26:152. que corrompen en la tierra y no la reforman!»

26:153. Dijeron: «¡Eres sólo un hechizado!

26:154. ¡No eres sino un mortal como nosotros! ¡Trae un signo, si es verdad lo que dices!»

26:155. Dijo: «He aquí una camella. Un día le tocará beber a ella y otro día a vosotros.

26:156. ¡No le hagáis mal! ¡Si no, os sorprenderá el castigo de un día terrible!»

26:157. Pero ellos la desjarretaron… y se arrepintieron.

26:158. Y les sorprendió el Castigo. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen.

26:159. ¡En verdad, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso!

26:160. El pueblo de Lot desmintió a los enviados.

26:161. Cuando su hermano Lot les dijo: «¿Es que no vais a temer a Alá?

26:162. Tenéis en mí a un enviado digno de confianza.

26:163. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!

26:164. No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo.

26:165. ¿Os llegáis a los varones, de las criaturas,

26:166. y descuidáis a vuestras esposas, que vuestro Señor ha creado para vosotros? Sí, sois gente que viola la ley».

26:167. Dijeron: «Si no paras, Lot, serás, ciertamente, expulsado».

26:168. Dijo: «Detesto vuestra conducta.

26:169. ¡Señor! ¡Sálvanos, a mí y a mi familia, de lo que hacen!»

26:170. Y les salvamos, a él y a su familia, a todos,

26:171. salvo a una vieja entre los que se rezagaron.

26:172. Luego, aniquilamos a los demás.

26:173. E hicimos llover sobre ellos una lluvia. ¡Lluvia fatal para los que habían sido advertidos!

26:174. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen.

26:175. ¡En verdad tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso!

26:176. Los habitantes de la Espesura desmintieron a los enviados.

26:177. Cuando Suayb les dijo: «¡Es que no vais a temer a Alá?

26:178. Tenéis en mí a un enviado digno de confianza.

26:179. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!

26:180. No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo.

26:181. ¡Dad la medida justa, no hagáis trampa!

26:182. ¡Pesad con una balanza exacta!

26:183. ¡No dañeis a nadie en sus cosas y no obréis mal en la tierra corrompiendo!

26:184. ¡Temed a Quien os ha creado, a vosotros y a las generaciones antiguas!»

26:185. Dijeron: «Eres sólo un hechizado.

26:186. No eres sino un mortal como nosotros. Creemos que mientes.

26:187. Si es verdad lo que dices, ¡haz que caiga sobre nosotros parte del cielo!»

26:188. Dijo: «Mi Señor sabe bien lo que hacéis».

26:189. Le desmintieron. Y el castigo del día de la Sombra les sorprendió: fue el castigo de un día terrible.

26:190. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen.

26:191. ¡En verdad, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso!

26:192. Es, en verdad, la Revelación del Señor del universo.

26:193. El Espíritu digno de confianza lo ha bajado

26:194. a tu corazón, para que seas uno que advierte.

26:195. En lengua árabe clara,

26:196. y estaba, ciertamente, en las Escrituras de los antiguos.

26:197. ¿No es para ellos un signo que los doctores de los Hijos de Israel lo conozcan?

26:198. Si lo hubiéramos revelado a uno no árabe

26:199. y éste se lo hubiera recitado, no habrían creído en él.

26:200. Así se lo hemos insinuado a los pecadores,

26:201. pero no creerán en él hasta que vean el castigo doloroso,

26:202. que les vendrá de repente, sin presentirlo.

26:203. Entonces, dirán: «¿Se nos diferirá?»

26:204. ¿Quieren, entonces, adelantar Nuestro castigo?

26:205. Y ¿qué te parece? Si les dejáramos gozar durante años

26:206. y, luego, se cumpliera en ellos la amenaza,

26:207. no les serviría de nada el haber disfrutado tanto.

26:208. No hemos destruido nunca una ciudad sin haberle enviado antes quienes advirtieran,

26:209. como amonestación. No somos injustos.

26:210. No son los demonios quienes lo han bajado:

26:211. ni les estaba bien, ni podían hacerlo.

26:212. Están, en verdad, lejos de oírlo.

26:213. No invoques a otros dioses junto con Alá si no, serás castigado.

26:214. Advierte a los miembros más allegados de tu tribu.

26:215. Sé benévolo con los creyentes que te siguen.

26:216. Si te desobedecen, di: «Soy inocente de lo que hacéis».

26:217. Confía en el Poderoso, el Misericordioso,

26:218. Que te ve cuando estás de pie

26:219. y ve las posturas que adoptas entre los que se prosternan.

26:220. Él es Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe.

26:221. ¿Tengo que informaros de sobre quién descienden los demonios?

26:222. Descienden sobre todo mentiroso pecador.

26:223. Aguzan el oído… Y la mayoría mienten.

26:224. En cuanto a los poetas, les siguen los descarriados.

26:225. ¿No has visto que van errando por todos los valles

26:226. y que dicen lo que no hacen?

26:227. No son así los que creen, obran bien, recuerdan mucho a Alá y se defienden cuando son tratados injustamente. ¡Los impíos verán pronto la suerte que les espera!



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